El crimen de Marta paso a paso

El juez instructor 4 de Sevilla ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para Miguel Carcaño, asesino confeso de la joven Marta del Castillo, y Samuel Benítez, que presuntamente ayudó a Miguel a trasladar el cuerpo de Marta hasta el río Guadalquivir. Ambos han salido rumbo a prisión tras una declaración de cuatro horas.
Decenas de personas que permanecían concentradas desde primera hora de la mañana despidieron a los detenidos al grito de "asesinos" y otros insultos, en una escena similar a la llegada a los juzgados. Entonces, los dos sospechosos aparecieron en dependencias judiciales con el rostro cubierto con chaquetones.
Mientras se desarrollaba el interrogatorio en el juzgado de Sevilla, se produjo la detención de una cuarta persona. Se trata de Javier Carcaño, hermano del autor confeso del crimen y arrestado por encubrimiento, según ha podido saber elmundo.es.

El menor detenido pudo ayudar a deshacerse del cadáver

El otro detenido es J.G.M., un joven de 15 años, arrestado la pasada noche, que pertenece al círculo de amigos de Marta y de su presunto asesino. El Juzgado de Menores de Sevilla ha decretado su internamiento en régimen cerrado. Fuentes de la investigación citadas por Europa Press le atribuyen su participación junto a Miguel y Samuel para hacer desaparecer el cadáver, mientras que Efe sólo apunta que es un supuesto encubridor.

"Si el cuerpo no aparece podrían ser juzgados por detención ilegal sin dar razón del paradero"

Las últimas horas han servido a la policía para ir aclarando el papel de cada uno de los arrestados en los hechos, aunque las fuentes consultadas reconocen aún muchas lagunas en la reconstrucción del crimen. Las detenciones han sido posibles gracias a que cada uno de los detenidos ha ido implicando en su testimonio al siguiente, hasta llegar al hermano de Carcaño como encubridor de los hechos. Con los datos en poder de la policía en estos momentos no se prevén nuevas detenciones.
La investigación podría dar un vuelco con el hallazgo del cadáver y el resultado de los análisis forenses. Estos se centrarán en conocer la verdadera causa de la muerte de Marta. En el caso de que fuera el golpe que le propinó con un cenicero Miguel Carcaño, sus dos amigos detenidos tendrían que responder ante la Justicia por haberle ayudado a desprenderse del cadáver. Sin embargo, si las pruebas científicas concluyen que la joven no había fallecido en el momento de ser arrojada al río Guadalquivir, los tres serían acusados de un delito de homicidio.

                                                                                                                                  

Decenas de personas increpan a los detenidos.

 

La fiscal jefe de Sevilla, María José Segarra, ha explicado a los periodistas que el juez ha acusado al ex novio de Marta y Samuel de posibles delitos de asesinato, con la alternativa de homicidio en el caso de que la joven estuviese muerta al ser arrojada al Guadalquivir, y una última figura que ha definido como detención ilegal sin dar razón del paradero.
Segarra ha explicado que esta última hipótesis se refiere a la posibilidad de que el cuerpo de la joven no aparezca. Es una situación similar a la del secuestro por los Grapo del empresario Publio Cordón, cuyos autores fueron juzgados y condenados sin que apareciera el cadáver. La fiscal jefe ha afirmado que este tipo de secuestro conlleva una pena similar a la del homicidio.

Silla de ruedas y una moto

"Cada uno de los detenidos ha ido implicando en su testimonio al siguiente"

Miguel, de 20 años, confesó a la policía que había matado a la joven de 17 años tras una fuerte discusión en su piso al golpearla con un cenicero. Según fuentes de la investigación, Miguel llamó a Samuel el mismo día de la desaparición de Marta, el 24 de enero, porque la había matado y no sabía cómo deshacerse del cadáver.
Samuel, cuando llegó a la casa de Miguel, en la calle León XIII del barrio de la Macarena, encontró el cadáver de Marta, al que montaron en la silla de ruedas que usaba la madre de Miguel antes de fallecer. En esa silla la transportaron hasta las afueras de la casa, donde estaba aparcada la moto de Miguel, en la que montaron a Marta para llevarla hasta el puente sobre el Guadalquivir, desde el que aseguran que la arrojaron al río. Todas estas acciones las realizaron la madrugada del domingo 25 de enero, pocas horas después del asesinato.

Entre tanto, continúan las labores de búsqueda para encontrar el cadáver de la joven. Participan agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, incluidos especialistas de los grupos de submarinismo de ambos cuerpos que son ayudados por helicópteros, embarcaciones y vehículos, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
Se han dividido en siete tramos los 80 kilómetros del cauce del Guadalquivir en los que se busca el cadáver, que abarcan desde el punto en el que los dos jóvenes detenidos dijeron haber tirado el cuerpo de Marta al agua -una pasarela que comunica Sevilla con la localidad de Camas- hasta la desembocadura del río, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).