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miércoles, 2 de febrero de 2011

Caso Marta Del Castillo

Los vecinos escucharon la pelea previa al asesinato de Marta del Castillo

En el número 78 de la calle León XIII de Sevilla, donde vivía el presunto asesino de Marta del Castillo, se oyeron gritos la noche del 24 de enero, la misma en la que desapareció la joven. Lo aseguran algunos de los vecinos del bloque en el que vivía, desde que nació, Miguel Carcaño, el asesino confeso de la joven sevillana que permanece detenido en la Jefatura Superior de Policía de Sevilla desde la mañana del viernes.
Según explicaron a elmundo.es los vecinos del presunto asesino, aquella noche se oyeron gritos y ruidos «como de una discusión» que provenían del bajo C, el piso que compartían Miguel y su hermano Javier y que habían heredado tras la muerte, en 2006, de la madre de ambos.
Estos testimonios podrían apoyar la tesis de que el crimen se habría cometido en la misma casa del presunto asesino, que después habría trasladado el cuerpo hasta el río Guadalquivir, donde el operativo de policía, Guardia Civil y Ejército continúa la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo.
Vecinos como Chari, propietaria del bajo F, aseguran que era habitual la entrada de chicas jóvenes en el piso de Miguel, aunque defiende al joven y asegura que «no era violento ni agresivo».
«Lo conozco desde que era niño y nunca dio problemas», aseguró esta mujer, que mantenía un trato habitual con el joven detenido y al que llegó a prestar dinero en varias ocasiones.
De hecho, la orfandad de Miguel le granjeó las simpatías de no pocos vecinos, siempre dispuestos a ayudarle con algo de dinero o, simplemente, ofreciéndose a coserle alguna prenda.
En los últimos años, Miguel vivió solo en el domicilio de León XIII, ya que su hermano se había casado y tenía una hija. Sin embargo, meses atrás, el hermano se separó y regresó a la casa, que volvieron a compartir como en los tiempos en que vivía la madre, Felisa, que crió a sus dos vástagos vendiendo cupones y a pesar de que padecía una discapacidad física que la obligaba a moverse en silla de ruedas.
A Eva Casanueva, la madre de Marta del Castillo, nunca le gustó Miguel, o Migue como le decían sus amigos. Se lo dijo no pocas veces a su hija y lo ha repetido hasta la saciedad desde que la joven, de 17 años, desapareciese sin dejar rastro el pasado 24 de enero. Para la familia Del Castillo, Miguel Carcaño ha sido siempre el sospechoso por antonamasia de una desaparición que, en su opinión, no pudo ser, no fue nunca voluntaria.
Miguel, de 20 años, era el sospechoso por excelencia, reunía todos los requisitos que las novelas negras adjudican a los asesinos. Había mantenido una relación sentimental, aunque corta, con la joven desaparecida no exenta de altibajos. Su historial estaba plagado de conflictos y problemas personales y, por si fuera poco, es la última persona que vio a Marta del Castillo, que salió con él a «resolver un asunto», según le dijo a su madre.
En estos años trabó amistad con Marta y entró en su círculo más íntimo, hasta el extremo de que en 2007 ambos mantuvieron una relación sentimental durante la Semana Santa de ese año. Las cosas no funcionaron y al poco tiempo, pasada la Feria de Abril, rompieron.
Sin embargo, han relatado los amigos de Marta en estos 21 días, no dejaron de verse, más o menos esporádicamente.
Algunos cuentan que tras la ruptura sentimental estaban los devaneos del muchacho con otras jóvenes. Durante algún tiempo, Miguel residió en la localidad de Camas, en el domicilio paterno de su actual novia, menor de edad.
Sobre el carácter del detenido, no son pocos los testimonios que lo califican de agresivo, violento. Algunos de los amigos que formaban parte de la pandilla de Marta relataron a un programa de televisión cómo Miguel la había emprendido a patadas y golpes con las papeleras y otros objetos del mobiliario urbano en una plaza del barrio por motivos, aparentemente, nimios.

Se amplía hasta Cádiz el área de búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo

El fango y la profundidad del río están complicando las labores de Búsqueda. | Efe
El fango y la profundidad del río están complicando las labores de Búsqueda.
El fango, la profundidad de 17 metros de río Guadalquivir y las corrientes están dificultando los trabajos de búsqueda del cadáver de Marta del Castillo, la joven sevillana de 17 años asesinada presuntamente por su ex novio.
Veinticuatro horas después de que la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Ejército intensificaran las tareas de rastreo, las autoridades creen que podrían pasar aún varios días hasta dar con el cuerpo. Las tareas se centran en el punto del río en el que el ex novio de la joven desaparecida habría arrojado su cadáver, según confesó él mismo el sábado a la policía. El lugar señalado por el presunto asesino se encuentra bajo una pasarela de tráfico restringido que une el descampado del Charco de la Pava, ubicado en la capital, y la localidad sevillana de Camas. No obstante, en las últimas horas se ha ampliado el perímetro de la búsqueda hasta la desembocadura del río Guadalquivir, hasta Sanlúcar de Barrameda. El operativo, apoyado por dos helicópteros, se ha repartido en siete sectores, según ha informado el delegado del Gobierno andaluz, Juan José López Garzón. "El operativo se va a mantener hasta que se encuentre el cuerpo", ha asegurado López Garzón, quien ha rehusado facilitar información alguna sobre la declaración del joven autoinculpado en el asesinato de Marta del Castillo. El operativo se encuentra en contacto permanente con la autoridad portuaria para conocer el todo momento la fuerza de la corriente. La casa de la familia de la víctima es destino de una suerte de peregrinaje de los sevillanos que se acercan a compartir su dolor y a solidarizarse con los padres de Marta. Son tantos que la policía ha establecido un dispositivo de protección en la zona, en la barriada Tartesos, transformada en un altar sembrado de velas y mensajes en recuerdo a la joven. Tras conocer la confesión del que fue durante unos meses novio de la joven, la familia aseguró el sábado que "va a luchar para que haya Justicia, para que el asesino y su cómplice no salgan en unos pocos años". Reanudan la búsqueda del cuerpo de Marta del Castillo en el Guadalquivir
Un joven deposita una vela en el portal de la casa de Marta del Castillo. | Conchitina
Un joven deposita una vela en el portal de la casa de Marta del Castillo.
El portal de la vivienda, en la barriada Tartesos, se encuentra desde hace unos días con protección policial y con algunos periodistas de guardia. En ese mismo lugar, el tío de la joven y portavoz de la familia, Javier Casanueva, leyó el sábado por la noche un comunicado en el que pidió a los políticos que "cambie la Justicia" y que no sean "blandos con asesinos fríos y calculadores como estos". Los trabajos de búsqueda del cuerpo en el río Guadalquivir se suspendieron con la caída de la noche y se han reanudado con las primeras luces del día. Las tareas se centran en el punto del río en el que el ex novio de la joven desaparecida habría arrojado su cadáver, bajo una pasarela de tráfico restringido que une el descampado del Charco de la Pava, ubicado en la capital, y la localidad sevillana de Camas. En la búsqueda del cadáver de la joven sevillana de 17 años y desaparecida hace 22 días participan agentes de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, incluidos especialistas de los grupos de submarinismo de ambos cuerpos policiales. Son ayudados por helicópteros, embarcaciones y vehículos de ambos cuerpos de seguridad, así como efectivos de la Unidad Militar de Emergencia.

La familia de Marta del Castillo exige 'justicia' y promete que 'luchará por ello'

Un helicóptero pasa por la zona de la búsqueda. | Efe
Un helicóptero pasa por la zona de la búsqueda. 
La familia de Marta del Castillo no descansará cuando aparezca el cadáver de la joven, que la Guardia Civil seguirá hoy buscando en el río Guadalquivir después de que ayer su ex novio, Miguel Carcaño, confesara que la había matado y arrojado su cuerpo al agua. El hallazgo del cuerpo, que se considera inminente, será sólo el principio de una nueva batalla.
Lo anunció ayer el tío de Marta y portavoz de la familia, Javier Casanueva, tras conocer que quien fuera pareja de su sobrina había confesado ser el autor de su muerte. Casanueva compareció ante los medios de comunicación con un ruego, que no se hable del presunto asesino como el ex novio de Marta, y con un aviso, que van a seguir luchando ahora para que todo el peso de la Justicia caiga sobre Miguel y sobre quien supuestamente es su cómplice, Samuel Benítez.
"La familia va a luchar para que haya Justicia, para que el asesino y su cómplice no salgan en unos pocos años", afirmó Javier Casanueva a las puertas del domicilio familiar, en la calle Argantonio de la barriada de Tartessos.
Casanueva ha confirmado lo trascendido en esta jornada, al afirmar que la Subdelegación del Gobierno en Sevilla informó a la familia que Miguel había confesado ser "el autor del asesinato", mientras que S.B.P. sería el cómplice que lo habría ayudado a deshacerse del cadáver.
Sus comentarios tuvieron lugar entre una gran expectación, pues cientos de personas se agolparon en torno a la casa de la joven sobre las 19.00 horas. Cuando Casanueva finalizó su escueta alocución, los asistentes rompieron a gritar bajo las consignas 'Queremos justicia' y 'Asesinos'.

Parecía un chico normal

En la localidad madrileña de Móstoles, donde vive buena parte de sus familiares, una de sus primas, Sandra, ha manifestado que este joven "parecía un chico normal".
"Fue novio suyo hace ya mucho tiempo. Salieron más o menos durante un mes y antes fueron amigos. Yo le conocía porque estuvimos en una boda tomando algo. Parecía un chico normal, como cualquier otro. Nunca pude imaginar que pudiera pasar algo así", explicó visiblemente emocionada.
La prima de la joven sevillana indicó que toda la familia, que componen más de un centenar de miembros repartidos entre Sevilla, Francia y, en su mayor parte, Móstoles, se encuentran "destrozados" y que quienes viven en Madrid han decidido seguir allí de momento "porque ya no se puede hacer nada".

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